El doctor Tapia es un habitual de la isla, donde hace 26 años desempeñó su labor profesional en la clínica Nuestra Señora del Rosario. Foto: Ó. D.

-Cuánta gente pasa por consulta y que es lo que más le solicitan?
"Depende de las épocas, las modas y de los cambios de temperatura que se dan en nuestro país. En la playa mucha gente mira a los que pasean y piensa qué se hará en cuanto vuelva a casa porque no quiere continuar de esa manera.

"La cirugía, pues, ¿es una disciplina que depende de las modas?
"Por supuesto. En España hace diez años había una moda más recatada en, por ejemplo, el tamaño de pecho y ahora estamos pasando a lo contrario, a un exceso. Yo he conseguido imponer una ley de naturalidad por la que me siento orgulloso. Los resultados naturales son que si usted ve a una persona operada y lo nota significa que está mal operada. Las cosas no se tienen que notar, ha de ser un cambio progresivo, lento y normal.

"¿No se 'obsesiona' cuando ve a la gente y valora la necesidad o no de operaciones?
"Llevo 26 años viniendo a Eivissa y tengo una cierta deformación profesional. Si no me preguntan no digo nada . Pero esta es una isla donde hay una producción de belleza enorme y es imposible no opinar, sin darme cuenta lo hago. Doy valor a los que son guapos de verdad; hay algunos que caen en el error mental constante de pensar que todos los guapos que vemos se operan y no. Es que hay gente muy guapa. Cuando intentan imitarlos, pasan los desastres que vemos: morros enormes, caras estiradas...

"¿Quién ha pasado por las manos del doctor Tapia?
"He calculado que por mis manos han pasado de 25.000 a 30.000 operados. La gente me conoce por haber operado a muchos famosos pero no hay nombres. Puedo decir que he operado al 75 por ciento de gente de la televisión o el cine. Pero cuando alguien se entera de que he sido yo es porque ellos lo han dicho. No doy nombres porque es mi trabajo y luego los pacientes famosos lo agradecen. No saludo normalmente, prefiero que me saluden. Así evito que a la persona que me conoce su acompañante le pregunte quién soy yo.

"Nombres no pero ¿puede contar anécdotas de algún famoso?
"Tal vez el defecto más corriente es quererse parecer a alguien. Una cantante famosa de soul me pidió que la convirtiera en negra para identificarse con la tendencia musical, otros quieren tener el culo de Antonio Banderas porque es el que se lleva, ser Claudia Schiffer... Todo esto es imposible, la gente nace de una manera y no se puede cambiar a no ser que recurran a intervenciones muy cruentas que dejan muchas cicatrices.

"Entonces, ¿tenemos una imagen distorsionada de lo que es la cirugía estética?
"La gente cree, por culpa de los anuncios que vemos en la televisión, que es ir, pasar y marcharse. Es una cirugía como otra cualquiera, muy seria, donde puede haber accidentes.

"¿Pone en lista de espera a los famosos?
"En el mundo del teatro y de la televisión sólo dejan un mes libre. Lógicamente, busco un agujero para poder operarles. Pero no porque sean famosos, sino porque son amigos ante todo.