Los participantes en la sexta edición de la Harley Custom disfrutaron ayer de la jornada con más actos de las que componen el programa de la concentración. A primera hora de la mañana comenzaron una ruta cicloturística por la isla, que incluyó la convocatoria a media tarde de los tradicionales juegos que sirven para medir la habilidad de los asistentes.

Las actividades lúdicas se desarrollaron en es Cubells, donde todos disfrutaron también de una paella. Allí la organización retó a los moteros a participar en el tiro con arco y en la carrera de lentos. El pretexto pasaba por divertir al personal con pruebas desenfadadas. Los ganadores se llevaron una bolsa de regalos gentileza de las firmas colaboradoras y un trofeo. Al llegar la noche, los moteros regresaron al lugar donde la concentración tiene establecida su base, en Cala Bassa.