L. FERRER ¿Es Mar Flores?, ¿es Jose María Aznar?, ¿es Valentino? No, no, es Sean «Puffy» Combs o Puff Daddy, a bordo de «Samax», el barco con más marcha del puerto de Eivissa. «¿Paf qué?», preguntaba ayer la gente que pasaba por el puerto y conseguía averiguar la identidad del propietario del yate. Pues nada más y nada menos que el ex novio de la cantante y actriz Jennifer López.

Haciendo la compentencia directa a los bares de la Marina, el rapero neoyorkino pinchó sus discos y convirtió la barquita en cuestión en una disco flotante. La gente que paseaba la pasada madrugada por el puerto se iba concentrando en los alrededores del barco sorprendida por el despliegue de «matones» y el volumen de la música que salía del interior del barco, que lleva varios días dando la nota. Y el rapero, en su salsa, porque si algo le sobra son ganas de provocar.

Su historial cuenta con más presuntos delitos que discos. La noche del 27 de diciembre de 1999 Jennifer López y Puff Daddy comenzaron las fiestas de fin de milenio en un club neoyorkino. El mismo en el que tres personas resultaron heridas tras un tiroteo. El rapero fue detenido por posesión de un arma robada esa misma noche. Tuvo que pagar una fianza de 10 mil dólares y fue sometido a juicio. «Puffy» también fue detenido acusado de golpear al ejecutivo discográfico Steven Stoute con una botella de champán, una silla y un teléfono.

A pesar del historial, el rapero ha demostrado tener corazoncito declarando que llora con «Love Story» o asegurando, tras la ruptura con López, que si la cantante estuviera en un edificio en llamas «entraría allí tras ella».