En estos días de fiestas patronales las celebraciones se multiplican en toda Eivissa. Las collas de ball pagès no son una excepción y se han sumado a la fiesta. El ball pagès es una costumbre muy antigua. Con motivo de celebraciones familiares, los ibicencos se reunían y bailaban todos juntos. Esta tradición ya no se hace en las casas, pero las actuales agrupaciones se encargan de mostrar su cultura a los demás.Durante las Fiestas de la Terra el público tendrá ocasión de ver sus actuaciones. El espectáculo siempre comienza con la curta, un baile lento donde el hombre da pasos pequeños y no salta, ya que siempre empezaban a bailar los mayores, los anfitriones de la casa.

A continuación empieza la llarga, donde ya participan los jóvenes de la familia. El pagès empieza a saltar y el baile es más movido. El hombre, con un toque de castañuela llama a la mujer al baile, de esta manera elige a la que quiere que baile con él. A partir de la llarga se han ido creando variaciones para ampliar el repertorio, como pueden ser el molí donde cuatro chicas bailan alrededor del chico, la giratomba dos chicas dan vueltas al chico, la filera donde las pagesas dan vueltas entre ellas y van pasando delante del chico que baila dando saltos vigorosos. Al final de cada baile el hombre se arrodilla ante la mujer haciendo una reverencia.

La danza es como un ritual, en el cual la mujer sumisa baila alrededor del hombre siempre cabizbaja hasta el final de la pieza cuando mira fijamente a su pareja. Normalmente, lo que se festeja es una boda por eso la actuación se acaba con el baile de las nou rodades en el que los novios dan vueltas juntando los brazos. En la tercera vuelta la chica enseña los anillos que le ha regalado el novio. Al final salen todas las parejas al centro y bailan juntas. Luego la colla desfila y se despide con los chicos repicando las castañuelas a un lado y las chicas a otro.