El Consell Insular guarda mutismo sobre los futuros cambios que afectan al área de servicios sociales, sobre todo el hospital Cas Serres y el Patronato de Salud Mental. A partir de enero de 2002, la intención de la institución insular es que la red sociosanitaria quede integrada dentro del consorcio.

El temor a perder su condición laboral ha provocado malestar entre los trabajadores de este área que constituyen una plantilla de 120 personas entre el hospital Cas Serres y el Patronato de Salud Mental. Fuentes del Consell Insular negaron ayer de manera taxativa que este cambio de la gestión suponga la pérdida de algunos derechos laborales, como la antigüedad, aunque evitaron hacer declaraciones oficiales.

La remodelación interna en Benestar Social es un tema que se está llevando en el Consell Insular con absoluta discreción. La consellera de Benestar Social, Sofía Hernanz, no ha querido hacer declaraciones sobre este asunto. Las únicas manifestaciones de la titular del área se realizaron durante el pleno del Consell Insular, celebrado hace una semana, cuando la consellera del PP, Neus Marí, preguntó a Hernanz sobre el plan sociosanitario. La consellera informo de la puesta en marcha del consorcio a partir de enero de 2002.

Respecto al futuro del Patronato de Salud Mental, Hernanz señaló que «se está trabajando en la creación del consorcio y es pronto para adelantar cómo quedará definitivamente». La falta de información sobre estos cambios en servicios sociales, una de las áreas prioritarias del Pacte, es una de las cuestiones que más malestar ha creado entre el personal sociosanitario que trabaja en departamento y que ha determinado la recogida de firmas para que expliquen qué pasa.