LUISA WRIGHT Situada encima de la cala de Sant Vicent y en un lugar de díficil acceso, la cueva d'es Cuieram es uno de los lugares más sagrados de la isla. En 1.907, un grupo de arqueólogos, intrigados en descubrir el misterioso pasado de Eivissa, decidieron investigar los rumores sobre localizaciones secretas dedicadas por completo a la diosa Tanit. El resultado del largo proyecto llevó al arqueólogo ibicenco Carles Roman a descubrir la sagrada cueva d'es Cuieram.

Las teorías sobre la utilidad de la cueva son varias y diversas, pero los historiadores coinciden en que la misteriosa cueva estaba dedicada a la diosa mediterranea, Tanit. Durante la época púnica (siglos IV, III y II a.C.), los ibicencos de la ciudad de Eivissa se desplazaban en peregrinación hasta el puerto de sa Cala en barco para después realizar a pie el peligroso recorrido por la montaña hasta llegar a la cueva. Ya allí, los payeses ofrecían fruta, animales y estatuas a la diosa de la fertilidad, de la salud, de la vida y la muerte y patrona de los navegantes para que esta hiciera realidad sus deseos.

Durante la jornada de ayer, un grupo de 50 personas disfrutó de una excursión para conocer de cerca la misteriosa cueva. Una guía del Consell Insular ofreció durante la visita varias explicaciones sobre el sagrado templo. En el interior de la cueva se han encontrado más de 2.000 estatuas de terracota, joyas de oro, una placa de bronce, esculturas de marfil y varios huesos procedentes del sacrificio de animales en honor a la diosa Tanit, pero aún quedan muchas partes por investigar que, con el tiempo, revelarán más misterios.