GUILLERMO ROMANÍ Los servicios municipales de Formentera han contabilizado y señalizado hasta 297 accesos a la carretera PM-820, que va desde la Savina hasta el faro de la Mola. Dado que este tramo consta de 19.300 metros, esto supone que como promedio hay un desvío o camino que accede o sale de dicha vía principal cada 65 metros. El alcalde de Formentera, Isidor Torres, ha enviado a los colectivos que pasan la mayor parte del día en la carretera (taxistas, conductores de autobuses, camiones cuba, repartidores y furgonetas de vehículos de alquiler) una carta en la que piden su colaboración para que haya una circulación más lenta y segura en la isla.

El escrito es similar al bando que hizo público el Consistorio hace unas semanas pero, además, a los profesionales de la carretera se les incluye unas tablas comparativas de tiempo circulando a 75 kilómetros por hora o 100 kilómetros por hora y un estudio de los viales que intersectan la vía principal de la isla. Estas razones son suficientes para el alcalde para que «los profesionales de la carretera comprendan que nuestra demanda y preocupación no es gratuita». Añadió que si los conductores colaboran «será mucho más fácil que el resto de los vehículos respeten ese límite de 75 kilómetros por hora que se quiere para la isla».

Las medidas de precaución deben extremarse, según Torres, por la avalancha de turistas en agosto, la velocidad excesiva con que muchos acostumbran a circular, los carriles bici entre la Savina y Marylands y la falta de pericia de algunos conductores, que son factores que forman un 'cóctel' muy peligroso. Torres es consciente de que pese a la señalización vertical y horizontal y a la instalación de bandas sonoras a la entrada y salida de los principales núcleos urbanos de isla, hay que insistir para aumentar los niveles de seguridad en la carretera de Formentera.