El pleno del Ayuntamiento de Sant Josep aprobó ayer, sólo con el voto a favor de los nueve ediles del grupo popular, la modificación de la delimitación del estudio de detalle del área de actuación 1.17, situada en Platja den Bossa y en la que se prevé construir una urbanización. Los concejales del Pacte pidieron que se retirara ese punto del orden del día con el objeto de que se inicie la tramitación para convertir esa superficie en una zona verde.

Según arguyen los progresistas, esa parcela es de uso público desde 1973 y fue cedida al Consistorio como compensación por otras obras realizadas en Platja den Bossa: «Como el Ayuntamiento no llegó a inscribir los terrenos, a mediados de los ochenta la empresa que en su momento los cedió se dio cuenta de que seguían a su nombre, por lo que no dudó en aprovecharlos para iniciar la tramitación de una urbanización», explicó Josep Antoni Prats, edil del Pacte, quien ofreció una larga lista de supuestas irregularidades en que incurren las 24 nuevas viviendas: se ha aumentado la edificabilidad sumando una parcela separada; no coincide la superficie que aparece en los planos con la de los documentos (hay una diferencia de 4.000 metros cuadrados), y el límite del área de actuación se introduce en el municipio de Eivissa. De construirse, Platja den Bossa se quedará sin la única área verde prevista en esa zona turística.

El Pacte busca ahora maneras de recurrir judicial o administrativamente la resolución del pleno. Por unanimidad, se aprobó ayer la nueva ordenanza de taxis. El progresista Josep Marí Ribas, Agustinet, aprovechó ese momento de entendimiento (algo inusual) con el equipo de Gobierno para solicitar más paradas en Sant Josep y en los núcleos turísticos, «zonas ahora cubiertas por los taxistas de otros municipios», según explicó. Además, pidió que se aumenten las licencias, circunstancia que «reclaman todos los colectivos sociales». En la actualidad, faltan por otorgar seis licencias.