El presidente de la Asociación de Empresarios de Alojamientos Turísticos del Municipio de Sant Antoni, Francisco Vallespir, cifró ayer la caída de ocupación en los establecimientos a los que representa en un 10 ó 12 por ciento en comparación con las mismas fechas del año pasado. Vallespir dijo que es evidente que en estas fechas hay una alta ocupación pero manifestó que ni siquiera a finales de julio y a punto de iniciarse el mes de agosto se ha conseguido la ocupación plena que se daba hace unos años.

La asociación que preside Vallespir engloba a los establecimientos que se encuentran en Sant Antoni pueblo, de diferentes características que los de la bahía, dado que la mayoría son propiedades familiares de pequeño tamaño. Todos ellos prevén un bajón espectacular en el número de clientes a partir del próximo 15 de agosto, ya que están convencidos de que este año la temporada va a terminar antes y de forma más abrupta.

De hecho, Vallespir confirmó ayer que tiene constancia de que muchos hoteles cerrarán sus puertas el 15 de septiembre. «A principios de octubre quedarán muy pocos hoteles abiertos en Sant Antoni. Si el año pasado teníamos disponibles aproximadamente el 50 por ciento, este año no creo que lleguen ni siquiera al 25 por ciento», manifestó.

Las previsiones para el próximo año no son tampoco espectaculares. Además de que se ha anunciado la cancelación de todos los programas de turismo escandinavo, los mayoristas ingleses parecen empezar a verle las orejas al lobo. «Por lo que se refiere a los contratos con garantía, sólo dos touroperadores británicos se han decidido a firmar contratos para la temporada 2001. El resto son reacios de momento a firmar», explicó este empresario hotelero. Vallespir confirmó que Eivissa ya no se vende con tanta facilidad como antes y que, por ello, muchos grandes touroperadores se están planteando la posibilidad de eliminar la isla de sus catálogos en años sucesivos.