Tras el fracaso de las últimas negociaciones antes del inicio del conflicto, los trabajadores de Herbusa se concentraron ayer a las 02'30 horas de la madrugada en las cocheras de la empresa en Can Bufí. Tras organizarse decidieron sacar cuatro camiones para la recogida nocturna. Habitualmente realizan este servicio 10 camiones. Más de una veintena de agentes del Cuerpo Nacional de Policía; una treintena de trabajadores; el secretario de organización del sindicato USO, Enrique Lorenzo; y el director de la empresa, Toni Ribas, componían el inusual aspecto de esta zona a altas horas de la madrugada. A pesar de la tensión del ambiente, de la presencia policial, de las más de doce horas de negociaciones previas no se produjeron incidentes. Sólo alguna que otra voz que subía de tono en los enfrentamientos verbales entre empresa y empleados.

Uno a uno, los camiones fueron abandonando las cocheras escoltados por coches de la policía nacional que recibieron instrucciones sobre la ruta que debían tomar. Al contrario que en la huelga de transporte de hace tres semanas, el dispositivo de policía estaba organizado. También la Guardia Civil tenía orden de vigilar el acceso al vertedero para evitar su bloqueo, para indignación de los huelguistas.