El Ayuntamiento de Eivissa ha precintado los equipos de música de
diez bares de Eivissa, la mayoría situados en el puerto, en lo que
va de temporada turística. El motivo principal de esta medida de
carácter cautelar es la falta de limitadores de sonido, ya que el
nivel de decibelios supera lo permitido. La cuantía de las multas
por incumplir la normativa puede llegar a 100.000 pesetas. Durante
esta temporada el Ayuntamiento ha precintado la actividad en varios
bares de la ciudad de Eivissa, en la zona próxima al puerto. En uno
de ellos, la medida se adoptó por no disponer de licencia de
apertura.
Los agentes de la Policía Local de Eivissa se encargan de
supervisar que los establecimientos cumplan el decreto de la
alcaldía sobre la limitación del ruido. «La política del
Ayuntamiento de Eivissa va a en serio. El puerto tiene que hacer
compatible su actividad con la gente que vive», advirtió el primer
teniente de alcalde del Ayuntamiento, Pedro Campillo, acerca de
estas medidas.
Además de estas actuaciones, el Consistorio ha limitado la
actuación de los ticketeros en el puerto de Eivissa. Otro de sus
puntos de interés es la actividad de las relaciones públicas de los
bares, cuya imagen preocupa al Ayuntamiento. «No queremos que el
turista que nos visite se vea agobiado y extorsionado. Queremos
otra imagen turística», señaló el concejal de Gobernación.
El Ayuntamiento de Eivissa se ha fijado como una prioridad para
este verano evitar al máximo los ruidos, sobre todo los procedentes
de locales de fiesta. A principios de temporada se detectó,
incluso, que los propietarios de algunos bares intentaban burlar
los controles de ruido mediante distintos métodos de alteración de
sonómetros, que se instalan en los establecimientos para controlar
el nivel de decibelios.
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