El tono de la reunión que mantuvieron los representantes de los
trabajadores de Herbusa y la directiva de la empresa en el Tamib
permite albergar la esperanza de que se produzca algún tipo de
acuerdo para frenar la huelga o, al menos, para que se respeten
unos servicios mínimos que no conviertan Eivissa en un estercolero
a partir del sábado próximo. «No se descarta otra reunión en el
Tamib esta semana para intentar llegar a un acuerdo, porque en una
reunión no se consigue nada», comentó ayer el secretario de
organización de USO, Enrique Lorenzo.
La conclusión final de la reunión del Tamib fue un acta de
desacuerdo. La empresa expresó su voluntad de someterse a un
arbitraje en el tema de las vacaciones -los trabajadores piden
poder tomarlas en verano- y se negó a negociar otros puntos porque
entiende que su negociación «supondría una alteración del convenio
colectivo vigente -firmado en noviembre de 2000- y sobre puntos ya
acordados».
El comité de huelga propone que los domingos entre el 1 de
noviembre y el 31 de marzo sean día de descanso semanal y no se
abonen como festivo ni sean compensados con otro día de descanso;
peticiones que sí exigen para el resto del año. Ante la propuesta
del comité de huelga, la empresa manifestó que establecer como día
de descanso el domingo «es una cuestión organizativa del servicio
público y, como tal, no depende de la voluntad de la empresa
concesionaria». Herbusa recalca, además, que trabaja con este
sistema desde hace ocho años y que ya se ha negociado este punto en
varios convenios. En este tema también estarían involucrados los
ayuntamientos de Sant Josep, Sant Joan y Santa Eulària, «con los
que habría que negociar que se cambiasen los domingos de recogida
por el lunes», explicó Enrique Lorenzo.
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