El jugador asturiano del F.C. Barcelona ha llegado un año más a Eivissa para descansar. En esta ocasión ha preferido venir con la familia al completo: sus dos hijos, su mujer y sus padres. Ayer se recorrió con ellos la playa de ses Salines. Sus retoños no pararon de llamarle la atención para que no saliera del agua. Él disfrutó como un enano zambulléndose con ellos. El 23 comienza de nuevo su andadura para perfilar la próxima temporada.

Luis Enrique Martínez García comenzó a jugar en 1988 con el Sporting de Gijón B. Un año después subió al primer equipo y, tras permanecer en el club asturiano por espacio de dos temporadas, recaló en el Real Madrid. Allí no pudo explosionar con todas sus cualidades por el esquema de juego, que le mermaba sus posibilidades técnicas. En 1994 protagonizó la imagen de la Selección en el Mundial de Estados Unidos. Tasotti, defensa italiano, le partió la nariz de manera injusta, como lo fue la derrota de España en cuartos de final ante los azurros.

En 1996 desembarcó en el Barça, donde consiguió una Recopa y tres Ligas, entre otros trofeos. Uno de sus mejores recuerdos es el oro olímpico conseguido en el Nou Camp, en las olimpiadas celebradas en Barcelona. Ahora quiere conseguir más títulos con un club en el que va a terminar sus días como futbolista.