Los niños que recorrieron el camino hasta la plaza. Foto: Kike Taberner

El pueblo de Es Canar celebra estos días las fiestas de su patrón, San Cristóbal Cananneo y ayer vivió su gran día. Tras la eucaristía, un desfile de majorettes, cornetas, tambores, platillos y bombo incluido invadieron la calle principal bajo la atenta mirada de todos los turistas. A la banda le siguió el típico desfile de carros tirados por trotones o pecheros siguiendo los pasos que les indicaban sus respectivos dueños. Ya en la plaza del pueblo los componentes del 'Grupo de Cornetas y Majorettes de por semana».

En estas fiestas lo que menos importa es el origen de los que acuden, alemanes, ingleses o ibicencos. Unos vienen por asombro, otros por tradición. Lo importante es que terminado el desfile, todos los asistentes acabaron comiendo alguna de las Santa Eulària' continuaron con el espectáculo y aprovecharon el gentío para venden rifas y recaudar dinero para poder irse de viaje a Terra Mítica. Para participar en el desfile, Vicente Picó, platillo de la banda, comentó que «es necesario tener mínimo siete años y tener muchas ganas de ensayar tres veces paellas cocinadas en la competición de paellas.

Para los vecinos el concurso de paellas es «tan sólo un reclamo para los turistas», porque en realidad, según señaló Tito, cocinero 'pagès' de una de la paellas, es una forma de «pasar un día todos juntos con familiares y amigos al aire libre». Otros, como el Hotel Coral Playa incluyen este día en sus actividades para entretener a los huéspedes.