LAURA FERRER/R.L. «Satisfacción». Esta es la palabra que resume las reacciones recogidas ayer tras el anuncio de la firma definitiva del convenio del sector. El presidente de la Asociación de Empresas de Transporte Discreccional de Eivissa y Formentera, Lucas Costa, se mostró ayer «contento» con la noticia y explicó que ha estado «en contacto en todo momento con la mesa negociadora del sector en Palma» donde ha recabado «las pegas que se presentaron». La firma «es positiva -dijo- aunque ha llegado con retraso». Costa reconoció, sin embargo, que «dentro de la tardanza lo que se va a conseguir es enviar un mensaje de tranquilidad al sector turístico después de todo el daño que se ha hecho, que no tiene remedio ya».


Por su parte, el conseller insular de Transportes, Santiago Ferrer, se mostró «satisfecho» por una firma que supone «tranquilidad en el sector», pero mostró su cautela por el hecho de que se cumpla realmente lo pactado y no suceda como con el convenio de 1999, «que se firmó en falso». En este sentido remarcó que «una mala salida o forzada para alguna de las partes no sería razonable». Los sindicatos dicen, según Ferrer, «que tienen poca confianza en el resultado del trabajo que desarrolle la mesa conformada también por patronal y administración». De todos modos, señaló que la firma del convenio en sí «está claro que es positiva».

El conseller de Treball, Eberhard Grosske también consideró la firma del convenio «el punto de inicio de un nuevo escenario en el que no se volver a repetir episodios como el que se ha vivido». Tras resaltar la importancia de los logros alcanzados en este acuerdo por los trabajadores, Grosske indicó que los empresarios del sector deben aprovechar la difusión de sus problemas para reclamar un papel más relevante dentro del negocio turístico. El presidente de la Agrupación Empresarial del Servicio Discrecional de Viajeros de Balears, Jaume Batle, expresó su gratitud por los esfuerzos mediadores del Govern y lamentó que el acuerdo no se alcanzase antes de iniciarse la huelga.