Gesa está «pendiente» de que el Ayuntamiento de Eivissa otorgue la autorización para instalar un tanque que contendrá combustible de bajo índice de azufre, lo que rebajará considerablemente la contaminación. Según explicó el director de la central, José Luis Gracia, el estudio de impacto ambiental pasó hace medio mes por la Comisión de Medio Ambiente del Govern balear. Depende ahora del Consistorio la concesión de la licencia de obras.

El nuevo depósito podrá almacenar 7.700 metros cúbicos de fuel-oil. En la actualidad, la compañía dispone en Eivissa de dos depósitos de 4.000 metros cúbicos de capacidad cada uno, lo que da una idea del tamaño que tendrá la nueva instalación. No pasará inadvertida: a quien circule por los cinturones de ronda no se le escapará la pr esencia de una mole cilíndrica de 26 metros de diámetro y de 14'5 metros de altura (aproximadamente la de un edificio de cinco plantas).

Ubicado dentro del recinto de la compañía, este modelo de depósito permitirá aumentar la autonomía de Gesa y descargar directamente desde el buque/tanque hasta la central. Que el combustible tenga un bajo contenido en azufre se traducirá, según detalla Gracia, en una reducción de la emisión de óxidos de azufre: «Se verá menos el penacho que sale de la chimenea», explica, ya que es esa sustancia la que imprime el peculiar tono amarillento, especialmente visible durante el ocaso.