El portero del Valencia C.F., Santiago Cañizares, ha escogido Eivissa como destino vacacional para olvidar el mal trago que saboreó en la final que su equipo disputó el pasado 23 de mayo en Milán frente al Bayern de Munich. Aquel día su excelente labor debajo de la portería, ya que paró una pena máxima en el tiempo de partido y dos en la ronda que decidió quien se llevaba la Copa de Europa, no sirvió de mucho. Mauricio Pellegrino erró el lanzamiento definitivo, el que concedía el título al equipo bávaro.

Cañizares estaba ayer en las tumbonas del chiringuito Malibú, de la playa de ses Salines. Allí no quiso prodigarse mucho entre los periodistas, ya que su prioridad era descansar en la playa. Ataviado con un bañador azul y un pañuelo a juego atado a la cabeza, el portero recordó cómo pudo superar finalmente la derrota, ya que fue uno de los jugadores más afectados y que más lloraron: «Por mucho que te consuelen los compañeros una derrota como la de la Champions sólo la pude superar yo mismo . Y es que han sido dos años seguidos de decepción y eso es muy difícil de encajar».

En la arena de la playa se encontró con otros jugadores que aún continúan de vacaciones, como Rafa Alkorta. Cañizares coincide en la isla también con otros compañeros de su equipo que han elegido las Pitiüses para olvidar la temporada que acaba de terminar con la disputa de la Copa del Rey el pasado sábado, en la que perdió su ex-equipo, el Celta de Vigo.