J. M. R. Nadie del equipo de Gobierno del Consistorio de Sant Antoni ha intentado ponerse en contacto con los dos concejales de Democràcia Pitiusa (DP) desde que el pasado viernes anunciaran durante la celebración del pleno que dejaban de prestar su apoyo al alcalde, Antoni Marí Tur. En cinco días, los móviles de los concejales centristas han permanecido en silencio, «a pesar de que las cosas en el pueblo van de mal en peor», advierte Vicent Marí Prats.

Este tiempo ha sido aprovechado por el alcalde para «analizar» las quejas de los dos ediles de DP, plasmadas en un documento que entregaron durante el pleno. En las próximas jornadas, tratará de convencer a Torres y Marí Prats de que las obras que proponen tienen unos plazos determinados, burocráticos y de ejecución, imposibles de salvar: «Estoy seguro de que son conscientes de que hay obras que es imposible que estén ya hechas». El alcalde sí parece consciente de la necesidad de ganarse a los dos concejales,indispensables para poder gobernar el Consistorio hasta el final del mandato, debido a la minoría del grupo popular.

Los ediles de DP protestan por la «lentitud» de numerosas obras: «Parece que los contratistas nos están tomando el pelo», aseguran. Entre los proyectos que no acaban por concretarse se encuentran el camino de sa Talaia, el camino de Can Guillamó («los trabajadores de Agloisa aparecen y desaparecen por estas obras como si fueran el río Guadiana»), el saneamiento de Can Coix («está por contratar, ¿será por plazos o por desidia?») y el campo municipal de deportes, entre otros. Además, consideran que es imprescindible mejorar urgentemente el orden público, la limpieza viaria y la recogida de basuras.