C. A. / J. M. R. El grupo popular del Ayuntamiento de Sant Antoni vuelve a estar en minoría. Ayer, los dos concejales de Democràcia Pitiusa (DP), José Torres y Vicent Marí Prats, comunicaron por escrito al alcalde, Antoni Marí Tur, que «abandonan» el apoyo que venían prestando hasta el momento para la gobernabilidad de la institución. «Hasta que el PP no acabe lo que está pendiente no volveremos a negociar», espetó ayer Marí Prats. De momento, han quedado canceladas las reuniones que mantenían cada jueves populares y centristas, y que hace dos jornadas tampoco se celebró. La pelota está ahora en el tejado del PP de Portmany.

El motivo de esta ruptura, aparentemente momentánea, es la «inoperancia demostrada por el equipo de Gobierno y la falta de resultados visibles» a la que se ven abocados los acuerdos entre ambas formaciones: «Esa situación -señalan los concejales de DP en el documento- no nos permite seguir ayudándoles, pactando partidas y aportando soluciones, que a nuestro modesto criterio cambiarían el mal funcionamiento del pueblo». Este nuevo escenario se plasmó ayer en el pleno que celebró la Corporación cuando los concejales de DP retiraron su apoyo (hasta ahora cuasi incondicional) a dos propuestas de la alcaldía.

Torres y Marí dicen sentirse «desilusionados» por la situación que se vive en el municipio, especialmente por el retraso en numerosas obras («tendremos mucha suerte si podemos inaugurar el césped del campo municipal de deportes antes de Navidad», aseguran), el problema del orden público y de la limpieza («el pueblo está más sucio que nunca»), y la falta de iniciativas culturales. El alcalde considera que esta ruptura se debe a una falta de información y que «se podrá solucionar», y recordó a DP que nada se consigue de forma inmediata: «Con el tiempo se verán los resultados».