El hospital Can Misses cerrará a partir de la semana que viene un quirófano, no dos como se hacia otros años, al reducirse las intervenciones programadas y la planta de Especialidades Médicas, ya que se tienen que hacer una serie de mejoras a las reformas ya realizadas por el Insalud. En concreto, la reforma consiste en ajustar los marcos de las puertas para que puedan entrar las camas adquiridas, que son más anchas que las antiguas. Especialidades Médicas fue la planta donde se iniciaron las obras del hospital hace dos años.

El cierre de estas instalaciones médicas está, además, relacionado con el plan de obras en el que se encuentra inmerso el hospital. El Insalud calcula que a finales de julio se abra la planta de Cirugía, ya totalmente reformada. Sin embargo, el gerente de Can Misses, Ignacio Martínez, precisó que la lista de espera quirúrgica «es una de las mejores de hospitales del Insalud», ya que el número de intervenciones realizadas por los cirujanos es muy alto. Además, en estas fechas se produce una reducción de la actividad programada en el hospital. «Hay una disminución del 20 por ciento de personas que no acuden a las consultas», aseguró.

Frente a la disminución de la actividad programada, se detecta un aumento de los servicios urgentes. Ante la reducción de camas hospitalarias por la adopción de estas medidas, Can Misses recurrirá a la Unidad de Hospitalización a Domicilio, con una media de 12 pacientes y, además, se cuenta con la Cirugía Mayor Ambulatoria, con un promedio de ocho pacientes. «Estos servicios sin ingreso contribuirán a aliviar la presión», explicó. El gerente de Can Misses definió todas estas actuaciones como «un ajuste de demanda y oferta; por parte de la demanda de población es porque lo que más se reclaman son urgencias y, en el caso de la oferta, se trata de ajustar nuestros medios a la situación».