Los chóferes se reunieron en la zona de autobuses para impedir su paso. Foto: KIKE TABERNER.

La incertidumbre se mantuvo durante toda la jornada de ayer pero, finalmente, la reunión de ocho horas entre sindicatos y patronal del transporte con la mediación del conseller de Treball, Eberhard Grosske, no dio los resultados esperados y la convocatoria de huelga del transporte discreccional siguió adelante. Unos 60 trabajadores del sector en Eivissa se concentraron en el aeropuerto a las 23'00 horas, donde decidieron agruparse en la salida del centro para impedir la salida de autobuses.

Los chóferes sólo cedieron en el caso de dos vuelos que llegaban con retraso de Lille y Liege (Alemania) con muchas familias y niños pequeños y permitieron la salida de cuatro autobuses a las 00'15 horas. «Los últimos que van a poder hacerlo este fin de semana», recalcaron. Sólo desde las 02'40 de hoy hasta las 10'20 horas estaban previstos 26 vuelos con llegada a Eivissa. El colectivo no piensa respetar los servicios mínimos porque entiende que «no los han establecido». Las órdenes enviadas en este sentido «carecen de firma y sello de la empresa, del nombre del trabajador al que se requieren los servicios y las horas de turno», señaló Diego Ruiz, secretario general de UGT, que acudió al aeropuerto acompañado del secretario general de CC OO, José Antonio Carmona.

Los representantes de sindicatos y patronal que se reunieron ayer en Palma reconocieron que se han agotado todas las posibilidades de llegar a un acuerdo en el aspecto salarial del convenio que dé pie a la desconvocatoria de los paros. Antoni Cifre, representante sindical de transportes de CC OO, señaló que la Conselleria de Treball ofreció firmar un convenio de transición que sólo contemplara la parte salarial para negociar a lo largo del año otros aspectos bajo la tutela de representantes de este departamento autonómico. Sin embargo, esta propuesta no convenció a los sindicatos que decidieron dar el pistoletazo de salida a la huelga de tres días (hoy, mañana y el domingo).

Los sindicatos remarcaron que «a esta huelga se va por culpa de la patronal», que no ha cedido a las pretensiones del sindicato de implantar un aumento de la masa salarial del 17 por ciento para este año y los dos próximos.