El verano ha entrado con fuerza en las Pitiüses. Desde que comenzó oficialmente hace una semana, las temperaturas han respondido a las exigencias del calendario y han rozado incluso el récord histórico del mes de junio, alcanzado el año pasado con 33'4 grados. El calor ha empujado a la gente a abarrotar las playas y a reflejar las situaciones propias de la estación veraniega. Sombrillas, colchonetas, pareos, masajes, tumbonas, neveras... cualquier remedio es bueno para aliviar el bochorno propiciado por la sensación térmica.

En una semana, las temperaturas registradas por el Instituto Nacional de Meteorología de Balears han sufrido un aumento de casi siete grados centígrados. El pasado día 20 hubo 26'8 grados y el 25 los termómetros marcaban ya 32'8, muy cerca de la mayor marca de la historia en el mes de junio. Platja den Bossa, Santa Eulària, ses Salines, es Cavallet y el resto de las playas que más bañistas reciben tradicionalmente al llegar los meses de julio y agosto, han ofrecido en las últimas jornadas un aspecto similar, y eso que todavía no ha terminado el mes de junio.

La temperatura máxima jamás registrada en las Pitiüses se alcanzó en julio de 2000 y en agosto de 1989 (36'6 grados). Aún el calor no es tan asfixiante, pero el actual no ha impedido observar familias al completo almorzando bajo la sombra de una tienda de campaña en la arena de ses Salines o a los amantes de la luz solar que adquieren al cabo de los meses un tono de piel moreno. La bonanza meteorológica desaparecerá momentáneamente en los próximos días con la aparición de chubascos.