Sin meter mucho ruido y sumida en la más absoluta discreción, la prestigiosa modelo Naomi Campbell llegó el pasado domingo a Eivissa para disfrutar de dos días de diversión. Dicho y hecho. Nada más llegar se trasladó a la discoteca Space para tomar una copa y echar un baile. Sin embargo, allí no estuvo más de una hora. Después se fue al puerto de Eivissa, en concreto al Macao. Esta vez no podía dormir en el yate de Valentino como en septiembre de 2000 y unos amigos la acogieron en su casa. El lunes no salió mucho, aunque se dejó ver de nuevo por el mismo local del puerto de Eivissa. La modelo repetirá visita, como el año pasado, en el mes de septiembre, donde se espera que acuda por espacio de una semana.