El torero Curro Vázquez llegó ayer a Eivissa para descansar y recuperarse de una lesión de rodilla. Foto: M.F.

Uno de los grandes del toreo se encuentra de descanso en Eivissa. Curro Vázquez, que lleva más de 32 años lidiando, pierde la superstición propia de los toreros conforme pasan los años y asegura que la técnica y el espectáculo son compatibles. Ayer iniciaba su estancia en la isla con un almuerzo en el Malibú, en ses Salines.

Curro Vázquez es ya un clásico de los ruedos. Tiene 49 años y lleva desde los 17 ligado al arte de lidiar. Tomó la alternativa un 12 de diciembre de 1969 en Vista Alegre (Madrid). Ese mismo día recibió la cornada de uno de los novillos que toreó, «Batanero», de la ganadería Barcial. Después viajó a las Américas, donde toreó por primera vez en México y después en Bogotá (Venezuela). Ignacio Zorita es su actual apoderado. El 24 de mayo lidió dos novillos en Las Ventas sin mucho éxito (silencio y pitos) y compartió cartel con Vicente Barrera y Morante de la Puebla. Sin embargo, su clase ha sido reconocida repetidas veces.

En una entrevista, que publica hoy íntegramente Ultima Hora Ibiza y Formentera en su edición de papel, Curro Vázquez afirma que «llevo muchos años en el mundo del toreo y estoy sartisfecho de varias. Me acuerdo también de otras que han sido muy malas, otras regulares... La más reciente de la que me siento más orgulloso: en la inauguración de la plaza nueva de Vista Alegre hace dos meses».