Tras la ceremonia religiosa se produjo la actuación de la Colla de Sant Joan de Labritja. Foto: V.F.

Haciendo honor al calor, fuego y el rojo vivo que acompaña a toda la simbología de la celebración de la 'Nit de Sant Joan', el ambiente cálido continuó ayer en Sant Joan de Labritja después de una madrugada en la que la localidad estuvo atestada de gente de todos los puntos de la isla, que eligió Sant Joan para pasar la noche más corta del año. Ayer, día del patrón, la tónica volvió a repetirse. Esta vez bajo un sol de justicia que provocó que el numeroso público que acudió a la misa y procesión en los aledaños de la iglesia se ocultase del centro de la plaza del templo, buscando refugio bajo los árboles o en el porxo del centro parroquial.

Los que más sufrieron el acoso del sol fueron los miembros de la Banda de Cornetas y Majoretes de Santa Eulària, que acompañaron con sus pasacalles a la procesión a lo largo de su recorrido por los alrededores de la iglesia que finalizó con una demostración de las majoretes ante la puerta del templo que fue muy aplaudida.

En la misa solemne además del alcalde de la localidad, Antoni Marí Marí, acudieron a la cita la presidenta y vicepresidente del Consell, Pilar Costa y Vicent Tur, así como el senador Enrique Fajarnés entre otras personalidades políticas y sociales de las Pitiüses.

El día grande de las fiestas que abre el programa de citas obligadas de las celebraciones populares de la isla también contó con la actuación de la Colla de Labritja, que también aguantó las altas temperaturas durante su demostración folklórica, y la degustación de orelletes y bunyols.