La rueda de prensa que los concejales del PP Carmen Domínguez y Agustín Göerlich convocaron ayer tarde para denunciar el mal estado de un solar en Can Escandell tuvo unas consecuencias insospechadas. Los populares criticaron la suciedad y el abandono de un terreno que, poco tiempo después, el Pacte Progressista desveló que hoy sería municipal si no hubiera sido por la «dejadez» del equipo de gobierno que encabezaba Enrique Fajarnés.

El concejal progresista Roque López afirmó que puede demostrar que ese terreno fue cedido al Ayuntamiento a través de una herencia con la única condición de que se destinara a uso social. Como transcurrieron los años y el PP no cumplió con las condiciones del testamento, la propiedad revertió en la heredera que, casualmente, era la mujer del por entonces presidente de la asociación de vecinos del barrio, según la versión de López.

El edil del equipo de gobierno criticó esta manera de hacer las cosas de los antiguos responsables municipales pero garantizó que, en cualquier caso, el Consistorio tiene conocimiento del estado del solar y tiene previsto actuar en él en cuanto sea posible. Por su parte, Domínguez y Göerlich, acompañados por Isabel Montes, miembro de la junta de barrio del PP de esa zona, pidieron medidas para evitar la proliferación de ratas, los incendios y la falta de limpieza.