Los dos miembros de la agrupación en la cúpula del observatorio del Puig des Molins. Foto: O.D.

La segunda semana del mes de junio ha sido propicia para que los astrónomos disfruten de un fenómeno poco común que sólo se manifiesta cada 15 años. El miércoles 13 Marte se encontraba a 60 millones de kilómetros de la Tierra, fácilmente observable si se contaba con un buen equipo. Pero el planeta rojo continuó en las retinas de los especialistas hasta la pasada noche del jueves. A pesar de encontrarse a una distancia mayor, Marte brilló más en el cielo. La Agrupación Astronómica Ibiza quiso demostrar a este diario que los vaticinios de los científicos eran ciertos a través de una demostración. El vetusto pero a la vez eficaz telescopio ubicado en el observatorio del Puig des Molins sirvió para que comprobáramos cómo lucía el planeta rojo.

La Agrupación Astronómica Ibiza se fundó en 1956, aunque no lo hizo legalmente hasta 1957. Precisamente, el pretexto para crear el colectivo fue una situación similar a la de este año. Fue en 1955 cuando se inauguró el telescopio adquirido por el Ayuntamiento. Por aquel entonces Marte se encontraba aún más cerca, a 42 millones de kilómetros. «Vino gente de fuera. En España había poca afición y pocos observatorios. Eivissa se convertía en uno de los pocos puntos con telescopio, salvo los que tenían las universidades, el Observatorio Nacional y el del Ebro. Vinieron doce personas de la Asociación Aster de Barcelona». Federico Bufí, presidente del colectivo recordaba estos momentos con nostalgia.

El hecho de que Marte se observa bien desde la Tierra cada 15 años aproximadamente coincide con que «cada dos años se da una oposición de Marte en referencia al Sol y a la vez una conjunción respecto a la Tierra, lo que posibilita verlo con nitidez», continuaba el presidente de una agrupación que con el paso de los años ve como sus esfuerzos por mantener su afición van esfumándose. «Nos seguimos juntando, pero con altibajos. Muchos ya tienen su propio telescopio y prefieren no venir a Puig des Molins. Hay dados de alta 18 y activos somos cinco. Nuestro futuro depende de la juventud y de contar con más medios», señala José Luis, hermano de Federico.