Calidoscopios, anillos con formas vanguardistas, velas, complementos de cuero, adornos de cerámica y vidrio, productos naturales... El mercadillo de Sant Miquel instaló ayer por la tarde por tercer año consecutivo sus puestos en la plaza que lleva el nombre de la localidad. Desde ayer y hasta mediados de octubre todos los jueves la artesanía de Eivissa se expondrá en más de 25 puestos. El consumidor podrá gastarse al comprar un objeto desde 500 hasta 80.000 pesetas.

A la seis de la tarde de ayer, hora marcada como momento para inaugurar la nueva temporada, los comerciantes terminaban aún de instalar sus propuestas. La gente comenzaba a asomarse por la plaza para comprobar las novedades que los artesanos presentaban para esta temporada. Para que los curiosos se convirtieran en posibles clientes, los ritmos marcados por la guitarra y la batería del dúo italiano Schubba-Dado se transformaban en el mejor reclamo. Poco a poco, los comerciantes comenzaban a describir las características de sus productos ante los ojos curiosos de los visitantes.

Una de las artesanas ofrecía las divinidades de un afrodisiaco natural compuesto a base de vainillas, canela y nuez moscada, presentado con un corazón y bajo el mensaje «toma un chupito cuando convenga». El recorrido permitía mezclar los aromas de las hierbas de la cera de las velas con la variedad de tonalidades del resto de objetos.