Tras la reunión con Xico Tarrés, el conseller d'Obres Publiques visitó las obras de la variante norte de Sant Antoni. Foto: M.T.

El alcalde de Eivissa, Xico Tarrés, y el conseller balear d'Obres Publiques Habitatge i Transports, Josep Antoni Ferrer, dieron ayer un paso trascendental para materializar una de las ansiadas aspiraciones de la ciudad: la conversión del primer cinturón de ronda en una vía urbana, para lo cual es necesario que la titularidad de esa carretera sea traspasada desde el Govern balear al Consistorio ibicenco. Durante un encuentro mantenido ayer, Ferrer aceptó la principal condición impuesta por Tarrés para aceptar el traspaso: la Conselleria entregará el cinturón de ronda en condiciones óptimas. «De lo contrario -afirma el alcalde-, nos harían una faena».

Acondicionar los tres kilómetros de esa carretera costará a Obres Públiques entre 300 y 400 millones -según los cálculos manejados por el alcalde-, cantidad presupuestada grosso modo para dotar a esa vía de semáforos, aceras, zonas ajardinadas, iluminación y accesos. «Hemos llegado a un principio de acuerdo y espero que en 2002 podamos comenzar las obras», anunció Xico Tarrés tras la reunión.

La conversión permitirá dotar a la ciudad de más entradas y salidas, además de las tres con las que actualmente cuenta y de la que, en menos de un mes, se abrirá en la rotonda de Can Misses: «Si de momento no construimos otras, por ejemplo en Sa Colomina o frente al colegio Juan XIII, es porque en las condiciones actuales supone un peligro acceder desde la ciudad al cinturón de ronda, al tratarse de una vía rápida. Parte de ese peligro desaparecerá cuando se integre en la red urbana». La Conselleria balear d'Obres Públiques busca ahora alternativas para financiar la inversión de más de 300 millones en el acondicionamiento de la ronda.

La retirada de las torres de electricidad condiciona el fin de la obra
Para que la ronda norte de Sant Antoni esté concluida en el plazo previsto, en marzo de 2002, la compañía Gesa deberá desplazar previamente las torres de electricidad de su ubicación actual, según advirtió ayer el conseller d'Obres Públiques. Desde Gesa, un portavoz pasó la responsabilidad a la Conselleria, que aún no ha dado su visto bueno al último presupuesto enviado (en el mes de abril) por la compañía para hacer frente a esas obras. En la empresa están pendientes de que sea aceptado para elaborar el proyecto definitivo.