Nervios, prisas en los últimos repasos, montañas y montañas de apuntes, apuestas sobre el tema o temas con posibilidad de caer en examen, consejos de algunos profesores de los distintos centros, resolución de dudas de última hora y mucho trajín. Éste es el ambiente que año tras año se repite en las pruebas de selectividad y que ayer se volvió a respirar en el Instituto Santa Maria de Eivissa y en el Marc Ferrer de Formentera, centros en las Pitiüses en los que se desarrollan las pruebas de acceso a la universidad de forma simultánea con el resto de Balears.

«Llevo toda la semana sin dormir pero esta última noche, con el cansancio acumulado de tantos días, he podido descansar, pero los nervios siguen aquí», comentaba Sonia, del Quartó de Portmany y aspirante a estudiar Dietética y Nutrición antes de entrar en el segundo examen de la jornada correspondiente a Llengua i Literatura Catalana. Previamente, tanto ella como sus compañeras, habían realizado la prueba de Lengua y Literatura Castellana, «que no ha sido muy difícil», según señalaron varias de ellas a la vez.

La jornada de ayer se completó, para los estudiantes de bachillerato de la Logse, con el examen de Historia en el que alumnos del Xarc de Sant Eulària, mientras pegaban los últimos repasos a los apuntes a la hora de comer, apostaban por el Estatuto de Balears y el franquismo como temas incluidos en la prueba escrita de la tarde. Los estudiantes de COU realizaron ayer además de las pruebas de Lengua Castellana y Catalana la de comentario de texto por la mañana y la de Filosofía por la tarde.

Todas las pruebas, a excepción de la del comentario de texto y lengua extranjera, de sesenta minutos cada una, tienen una duración de hora y media. En ellas los alumnos tienen que elegir entre dos exámenes A y B y realizar el seleccionado en el tiempo establecido. Como cada año, los estudiantes son colocados en las distintas aulas por orden alfabético independientemente del centro al que pertenezcan, y a cada uno de ellos se le asigna una serie de etiquetas con códigos de barras que contienen todos sus datos y que facilitan la labor a la hora de corregir y emitir las notas finales. A lo largo de las tres jornadas de selectividad los estudiantes tienen asignada un aula y un asiento para realizar las pruebas.

En total en las Pitiüses se examinan un 276 estudiantes de los cuales 16 son de Formentera y el resto, 260, de Eivissa. Un dato a tener en cuenta es la disminución de alumnos, 34 menos que el año pasado, y la escasa incidencia de los jóvenes procedentes de COU, que se reduce a 19 en Eivissa. Paralelamente, el tribunal que se ocupa de dirigir el selectivo pitiuso está formado por un total de 17 profesores, 15 para Eivissa, incluido uno para alumnos con necesidades especiales, y 2 para Formentera.