Un informe sobre la economía de Balears realizado por la Cámara de Comercio indica que la clase media de las Islas está gastando por encima de sus posibilidades animada por un clima de bonanza económica. Los consumidores se han acostumbrado a derrochar y hay un fuerte endeudamiento debido al llamado «efecto demostración» .

La pauta de crecimiento ideal para la economía insular debe basarse en incrementos de productividad y de la población activa con un tope máximo del 3 por ciento. Así lo indica el Estudio Economía de Balears de la Cámara de Comercio que incluye perspectivas económicas para el año 2002.

El informe indica que este crecimiento moderado evitaría los costosos «cuellos de botella» que se han experimentado en 1998-1999, la extrema necesidad de importar mano de obra temporal (que después se convierte en fija y desempleada al menos durante varios meses) y las señales falsas enviadas a los empresarios para que dimensionen en exceso sus empresas o establezcan otras nuevas sin seguridad ni continuidad.

Por otra parte, el informe indica que la excesiva bonanza económica de los tres últimos años también está teniendo efectos negativos en el lado de la demanda. Los ciudadanos-consumidores se acostumbran a gastos superfluos, aceleran la compra de bienes de equipo con fuerte y comprometido endeudamiento, y existe un cierto «efecto demostración» de querer vivir por encima de las posibilidades reales (la clase media al mismo nivel que los más ricos).

Otra de las advertencias que lanza el informe es que un territorio como el balear, con la extensión de suelo limitada geográficamente por el hecho insular y por los usos y disfrute turísticos, «no puede sostener desarrollos excesivos de la urbanización del territorio».