JOSÉ MIGUEL ROMERO/EFE Los ayuntamientos de Sant Josep y Sant Antoni, el Consell Insular y la Delegación del Gobierno acordaron ayer una serie de medidas para controlar los aforos y los horarios de las discotecas. Las tres instituciones (municipal, insular y estatal) coordinarán esfuerzos para «actuar conjuntamente» y evitar que las salas de baile apaguen sus equipos de música horas después de lo que permiten las ordenanzas, así como para impedir que accedan a ellas hasta cinco veces más clientes de los permitidos, según explicó la directora insular de la Administración del Estado, Marienna Sánchez-Jáuregui.

Para que las denuncias que formulen las policías locales o la Guardia Civil no caigan en saco roto, el Consell Insular elaborará un «protocolo de actuación», que servirá a los agentes para «recoger correctamente las infracciones, de manera que se pueda formular de forma adecuada el expediente sancionador», según detalló el vicepresidente segundo del Consell, Santiago Ferrer. Si se sigue ese protocolo, los contenciosos que promuevan las discotecas tendrán pocas garantías de éxito. Ese documento, que estará listo dentro de dos semanas, se redactará siguiendo los consejos del Govern balear.

«Habrá inmediatez en la aplicación de las sanciones», subrayó Santiago Ferrer. Una vez formulada la denuncia, el Consell Insular se encargará de elaborar el expediente y proponer las sanciones: «Este verano -advirtió- no se deben producir situaciones de peligro por exceso de aforo».