Sant Ferran lució ayer sus mejores galas para celebrar un día grande de fiestas marcado por la respuesta popular. Además de la tradicional misa y la consiguiente procesión, los formenterenses disfrutaron de lo lindo con dos concursos (de ucs y de vi pagès) y con el sabor de la paella popular cocinada junto al recinto parroquial. Por su parte, los niños tuvieron su hueco por la tarde. El fútbol-sala centró su atención.

Agustín Cortés, obispo de la Diócesis de Eivissa y Formentera, ofició la misa y la presidenta del Consell, Pilar Costa, encabezó la representación oficial en la fiesta. Al concluir la Eucaristía, la comitiva, cerrada por el santo al que se rendía homenaje, salió en procesión por las calles de la localidad. Mientras, en la plaza de la Iglesia, los cocineros comenzaban a cocinar la paella ante la atenta mirada de un grupo de turistas. Los que no quisieron esperar hasta la hora del almuerzo, pudieron matar el hambre con el aperitivo dispuesto en el centro parroquial, compuesto a base de embutidos y sangría.

En el posterior concurso de vi pagès participaron 12 personas, aunque el pretexto que los unía era tomar un trago de los caldos envasados en porrones. Al finalizar el mismo, tuvo lugar la anécdota de la jornada. Joanet deen Jai, propietario de un restaurante de La Mola, se subió al escenario para participar en el concurso de ucs con una peluca diciendo que era Peter de Düsseldorf de Formentera. Tras finalizar un discurso interminable lanzó su uc con el consiguiente aplauso de los asistentes. Y como nadie se resolvía a seguir con el concurso lo hizo un cocinero, bromeando que ningún extranjero podía ganarlo. Para terminar, paella para 200 comensales hasta las 16'15 horas.