El Ayuntamiento de Eivissa ha invertido casi cuatro millones de
pesetas en habilitar para los invidentes trece pares de semáforos
de la ciudad a través de un nuevo sistema que reduce la
contaminación acústica. El semáforo, en lugar de emitir una señal
acústica siempre que está verde, lo hace sólo cuando es activado
por un pequeño mando a distancia que porta la persona ciega. De
esta manera la institución facilita el tránsito a las personas con
problemas graves de visión y, de paso, evita las molestias que los
semáforos acústicos producían a los vecinos de las zonas en las que
estaban instalados.
El concejal de Bienestar Social del Ayuntamiento de Eivissa,
Santiago Pizarro, presentó ayer esta iniciativa acompañado de la
delegada de la ONCE en la isla, Mari Carmen Soler, que agradeció al
Consistorio la estrecha colaboración que se ha establecido con el
objetivo de reducir todo tipo de barreras arquitectónicas. De
momento, los semáforos habilitados para captar la señal de los
mandos se han instalado en los cruces del municipio considerados
prioritarios por los técnicos de la ONCE. En su mayoría están
ubicados en las avenida España, Isidoro Macabich, Ignacio Wallis y
en la zona del paseo Vara de Rey.
A partir del próximo año se acometerá la adaptación de otro
grupo de semáforos, para lo que el Ayuntamiento ya calcula que
serán necesarios otros cinco millones de pesetas. En los próximos
días la ONCE distribuirá entre sus afiliados los mandos a distancia
que, como aclaró ayer Mari Carmen Soler, «funcionan con el ciclo
del semáforo» y no parando el tráfico. Soler añadió que para los
invidentes se trata de un sistema «muy cómodo» porque produce menos
molestias a los ciudadanos y permite a los ciegos cruzar sin tener
que depender de que haya alguien que pueda ayudarles a hacerlo. «Es
un avance muy importante», añadió.
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