La localidad de Sant Josep de sa Talaia amaneció ayer vestida de gala para homenajear por todo lo alto a su patrón. La jornada central de las fiestas estuvo marcada por la celebración religiosa que, un año más, volvió a congregar a cientos de personas tanto en el interior como en los alrededores del templo de la localidad. El párroco de Sant Rafel, José Planells, fue el encargado de oficiar la misa solemne cantada por el coro parroquial que contó con la presencia de los miembros del Grup Folklòric de Sant Josep y los integrantes del Grupo de Danzantes y Dulzaineros de Gallur, Zaragoza.

Éstos últimos fueron sin duda los protagonistas del acto principal del día grande de las fiestas al bailar un pasapeanas o baile procesional de gran vistosidad que rompió con la armonía del recorrido y marcó el ritmo del mismo. Los doce danzantes del grupo aragonés, dirigidos por un guía o zagal, iniciaron la procesión saludando a cada una de las trece imágenes religiosas pasando por debajo de la peana de San José bailando siempre al mismo ritmo con el sonido de las castañuelas y la dulzaina de fondo. Después de más de media hora de baile ininterrumpido, los danzantes cerraron la procesión en el momento de recogida de la misma en el altar del templo, saludando a las autoridades eclesiásticas, políticas y sociales entre las que se encontraba en alcalde de la localidad, José Serra Escandell, la presidenta del Consell Insular, Pilar Costa, y numerosos concejales y consellers.

La actuación folklórica en la plaza de la iglesia a cargo del Grup Folklòric Sant Josep de sa Talaia y el Grupo de Danzantes y Dulzaineros amenizó la degustación colectiva de orelletes y bunyols entre el público que acudió en masa al vestíbulo de la Casa Consistorial para disfrutar del tradicional aperitivo de San José. La celebración del patrón se completó con una verbena a cargo de la orquesta Pasarela Musical, la actuación cómica de Manolo Doña y un castillo de fuegos artificiales.