El aeropuerto de Eivissa acogió durante el día de ayer doce aeronaves procedentes de diferentes destinos que volaban hacia el aeropuerto mallorquín de Son Sant Joan pero que fueron desviadas ante la imposibilidad de aproximarse y tomar tierra en Palma. El aeropuerto palmesano estuvo inmerso en una densa niebla entre las once de la noche del pasado miércoles y las once de la mañana de ayer.

Los aviones desviados, según informaron fuentes del aeropuerto de Eivissa, eran en su totalidad alemanes a excepción de uno, que pertenecía a la compañía británica Britannia. Todos ellos permanecieron durante varias horas en la terminal ibicenca, ocupando la práctica totalidad de la zona de aparcamientos, y a partir de las once de la mañana fueron saliendo escalonadamente hacia Mallorca, donde poco a poco el aeropuerto recuperaba la normalidad. La afluencia de aeronaves en la terminal ibicenca recordaba a una jornada estival, con cerca de una veintena de aparatos estacionados.

También se vieron afectados por la niebla los vuelos interinsulares que debían partir desde Eivissa hacia Palma a primeras horas de la mañana. Algunos de ellos acumularon hasta dos horas y tres horas de retraso, pero cuando las condiciones meteorológicas en Mallorca mejoraron fueron despegando escalonadamente.

En total, el aeropuerto de Son Sant Joan tuvo que realizar hasta 70 desvíos de aviones y una avioneta de carga registró un incidente al salirse de la pista durante el aterrizaje sin que fuera necesario declarar emergencia alguna dado que el piloto pudo controlar el aparato.

Durante la tarde fue mejorando la situación en la terminal mallorquina, aunque todavía había un gran número de vuelos afectados por los retrasos que se acumularon durante las horas en las que las instalaciones permanecieron inoperativas. También el aeropuerto de Menorca sufrió cancelaciones y retrasos debido a esta situación.