Josep Maria Ventura, profesor del cuarto curso de técnicas de base de florista, ayer se sentía orgulloso. Sus 15 alumnos, quienes durante esta semana asistieron al seminario, recibieron por la noche los diplomas acreditativos de que lo habían superado. Después de desarrollar el jueves la prueba práctica, por la que tuvieron que decorar la iglesia de Santa Gertrudis a partir de los conocimientos asumidos, la última jornada fue eminentemente festiva. La sede de la Escuela de Hostelería acogió la entrega de diplomas. No obstante, los mejores jueces que evaluarán su obra final serán los vecinos de Santa Gertrudis, quienes comprobarán este fin de semana en el templo religioso la calidad de los ramos elaborados por los alumnos del curso.

Ayer, la Escuela de Hostelería les preparó una suculenta cena, servida en una mesa perfectamente equipada.Y es que los alumnos que asisten a los cursos que este centro organiza también querían demostrar que dominan las técnicas de cocina y de servicio de mesas.

Al terminar el festín gastronómico se procedió a la entrega de los diplomas. Finalmente, los alumnos, todos ellos profesionales del mundo de la flor en Eivissa y Formentera, regresaron a sus respectivas casas con el certificado en la mano.

Con esta edición se cumplen cuatro de un seminario cuya utilidad reside en la transmisión de los avances en las técnicas ornamentales con flores a los profesionales pitiusos del sector .