Son 18 jóvenes de ambos sexos que estudian los dos ciclos formativos de cocina que se imparten el IES Marc Ferrer de Formentera y cuyas clases prácticas culminan los jueves a las tres de la tarde, en el restaurante Tahití de es Pujols.

Sobre esa hora, una cincuentena de personas degustan el menú que los estudiantes han preparado ese día. La semana pasada había dos primeros platos a elegir, bien un revoltillo con champiñones y gambas o una sopa juliana; de segundo, conejo a la cazadora; y de postre, peras al vino El pan, agua y vino estaban incluidos. El coste simbólico del menú es de 1.000 pesetas por persona, y tal como indicó Ramon Ramon, responsable de los cursos, «es una cantidad que se invierte única y exclusivamente en la compra de materia prima para clases».

Los estudiantes obtienen, al final del segundo ciclo, el título oficial de cocinero expedido por la Conselleria d'Educació i Cultura del Govern Balear, siendo un título reconocido por la Unión Europea. En este momento, ocho estudiantes están en el primer ciclo, en el que se aprenden técnicas básicas de cocina, además de nociones sobre Derecho Laboral, contabilidad y administración de empresas, por si en el futuro quieren montar su propio establecimiento o, simplemente, para saber a qué atenerse cuando firmen sus primeros contratos laborales.

Los diez restantes profundizan en la elaboración de productos culinarios y aprenden repostería y los módulos prácticos del segundo ciclo, que permiten en su último trimestre formarles en centros de trabajo y «acostumbrarse al ritmo de trabajo real para quienes empiezan de cero», apuntó Ramon. En las comidas-examen de los jueves, los alumnos alternan, según los ciclos, la cocina y el servicio, de manera que una semana cocina el primero y sirve el segundo y viceversa. Los interesados han de reservar sus plazas cada martes por la noche, ya que el número de cubiertos es limitado: cincuenta.