Cala de Jonc, yacimiento de donde se extraerá la arena.

Cala de Jonc, yacimiento de donde se extraerá la arena.

JOSÉ MIGUEL ROMERO24/02/01 0:00
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El pueblo de Sant Antoni tendrá una playa con una superficie similar a la de seis campos de fútbol y con una anchura media de 50 metros en caso de que prospere el proyecto de la Dirección General de Costas de acondicionamiento de esa franja del litoral. Tanto ese proyecto como el estudio de impacto ambiental, que actualmente se hallan en exposición pública, recogen la intención de verter hasta 60.000 metros cúbicos de arena de mar, que extendida a lo largo de sus 850 metros ocupará una superficie de 42.000 metros cuadrados.

Esa parte de la bahía de Portmany, que se extiende desde el cruce de la calle Doctor Fleming con el Paseo del Mar hasta sa Punta des Molí, corre paralela al nuevo paseo marítimo y ocupa una estrecha franja de arena. El propósito del proyecto de acondicionamiento es lograr una playa ancha y estable, lo suficientemente extensa para ser usada por los turistas en verano y por los vecinos durante el invierno.

La anchura de la playa una vez sea regenerada alcanzará un máximo de 74 metros en su vertiente norte. En el centro tendrá una ancho de 50 metros, mientras que en el sur sólo será de 19 metros.

Según el estudio de impacto ambiental, el vertido de arena no afectará a la pradera de posidonia más cercana, enclavada en el extremo de sa Punta des Molí, a 2.000 metros de la zona de actuación. En el entorno -concretamente a lo largo del frente de apoyo técnico del perfil de la playa- existe una pradera mixta, compuesta por dos tipos de algas, la cymodocea nodosa y la caulerpa prolífera.

Arena fina de Cala de Jonc
Los 60.000 metros cúbicos de arena necesarios para regenerar la playa de la bahía de Sant Antoni serán extraídos del yacimiento submarino de Cala de Jonc, situado entre Punta Grossa y El Escul, detrás de la Cala de Sant Vicent.

La zona donde se dragará la arena tiene una extensión de 110 hectáreas. Los trabajos se efectuarán con cuidado y dejando áreas sin perturbar para que «puedan ser recolonizadas las zonas afectadas por la extracción», según se señala en el estudio de impacto ambiental.