El número quince de la revista de viajes que edita «National Geographic» se detiene en el islote ibicenco de es Vedrà. Éste queda encuadrado en un reportaje que recorre los enclaves en los que la conjunción del agua y la piedra generan paisajes espectaculares. El islote tiene el honor de acompañar a otros seis lugares peninsulares de características muy diferentes en la forma pero comunes en el fondo, ya que en ellos ambos elementos también preponderan sobre el resto.

Para la publicación Es Vedrà es un «feroz peñasco del litoral ibicenco, como una gigante catedral que emerge del mar cuando amanece con los cimientos anclados en el fondo del Mediterráneo». También hace referencia a las especies de aves que habitan en este peñasco de 385 metros, desde cormoranes hasta halcones de Eleonora. Por último destaca su faceta subterránea de la siguiente manera: «Oculto a indiscretas miradas, un laberinto de grutas submarinas hace la función de cripta fantasmagórica a la que, en cimbreante procesión, los peces acuden como los más devotos de los feligreses».

Una descripción literaria para un lugar emblemático de las Pitiüses que ha captado la atención de los responsables de una publicación con una gran proyección internacional en lo que se refiere al número de lectores. Eivissa continúa dando la vuelta al mundo gracias al poder de convicción que presentan sus paisajes. «National Geographic», un hito más.