La representante del colectivo de ecuatorianos que residen o
trabajan en las Pitiüses, Dolores Ceballos, pidió ayer a sus
compatriotas (entre 300 y 500 en Eivissa y Formentera) que no se
precipiten a solicitar el retorno voluntario a Ecuador, siguiendo
la invitación del Gobierno central. Ceballos argumenta que, por el
momento, «la información es confusa y podría tratarse de una
expulsión impuesta o una deportación encubierta».
Dolores Ceballos recuerda que para muchos ecuatorianos el haber
llegado a España ha supuesto «una gran inversión de dinero y
esfuerzo», por lo que para dar un paso como el de volver a su país
necesitan que «la información al respecto sea clara, al menos». La
portavoz del colectivo considera que el Gobierno central debería
ponerse en contacto con los representantes de los grupos de
ecuatorianos de cada ciudad para explicarla oferta de manera
directa. Hasta que no se clarifiquen los detalles, Ceballos pide
«mucha cautela» al colectivo al que se convocará a una asamblea,
que se celebrará en breve, donde se pondrán sobre la mesa las dudas
e inquietudes de los asistentes y donde se hará un llamamiento «a
la calma y la reflexión».
La Dirección Insular de Eivissa y Formentera envió ayer un
comunicado en el que reitera que los ciudadanos ecuatorianos que se
encuentran en España de manera irregular, y que retornen de manera
voluntaria a Ecuador, tendrán garantizado un puesto de trabajo en
el menor tiempo posible en España después de que la embajada
española en Quito tramite de forma preferente los visados de
residencia y trabajo. El plazo para presentar la solicitud en la
Dirección Insular finaliza el próximo 28 de febrero.
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