E.ESTÉVEZ La comunidad de valencianos afincados en Sant Antoni abrió ayer a sus convecinos de par en par su improvisada casa, instalada en la carpa municipal, para darse a conocer a través de la buena comida y bebida.

Partiendo de una propuesta realizada desde el propio Ayuntamiento de Sant Antoni en la que se invitaba a la Asociación Cultural Valenciana a participar en la organización de las fiestas en honor a San Antonio, los 90 integrantes de la misma decidieron organizar una degustación de productos típicos. «Para ello hemos contado con la colaboración de la Generalitat Valenciana a través de Fomento de Turismo, que nos ha donado el noventa por ciento de los productos que estamos ofreciendo en estos momentos al público», explicó la presidenta del colectivo, Fina Bueno.

Pastelitos de boniato, empanadillas de tomate y atún, rollitos de anís, rosquilletes, saladets, buñuelos de calabaza elaborados en vivo y en directo, embutidos de Requena, cebollitas en vinagre, y todo un amplio abanico de vinos y licores eran tan solo algunos de los principales reclamos gastronómicos con los que los valencianos obsequiaron a los vecinos de Sant Antoni en una fiesta en la que no faltó la música.

El Grup d'Albaes, venido ex profeso de Valencia, fue el encargado de amenizar la fiesta que se desarrolló por la mañana, de 12'00 a 15'00 horas, y por la tarde, a partir de las 18'00 horas.

Como en toda buena fiesta valenciana que se precie en la de ayer no faltó la paella. La Asociación Cultural Valenciana preparó una de hermandad para 100 personas en su casal, su sede, en la que participaron todos los organizadores de la misma haciendo cuenta del plato más famoso de su región.