Hace tres años, en 1997, los representantes del Grup d'Estudis de sa Naturalesa (GEN) denunciaron ante el Ayuntamiento de Sant Josep la construcción de un grupo de viviendas en es Torrent, zona que según contempla la Ley de Espacios Naturales (LEN) es un Àrea Natural de Especial Interés (ANEI) donde existe la máxima protección. Lo que hace treinta y seis meses eran simples fundamentos ahora son edificios consolidados, pintados, con piscina, vallados e, incluso, con una amplia zona ajardinada.

El presidente del GEN, Joan Carles Palerm, mostró ayer a la prensa este grupo de viviendas, dispersas en un radio de menos de 50 metros - la LEN obliga a un mínimo de 100 metros de separación y a una superficie de 30.000 metros cuadrados para cada edificio-, como ejemplo del «preocupante estado de la disciplina urbanística en las Pitiüses». Además de esas tres viviendas, en el área hay otros edificios ya alzados o en fase de construcción, algunos a menos de 500 metros de la línea de costa, lo cual contradice la letra de las Directrices de Ordenación Territorial (DOT), según apuntó Joan Carles Palerm.

La zona fue, antes de la publicación de la LEN, suelo urbanizable; con la norma que regula los espacios naturales «quedó desclasificada automáticamente», añade el presidente del GEN. Desde entonces esa superficie figura como «suelo forestal protegido con categoría de ANEI».