Antiguamente el día de San Antonio era una fiesta campesina en la que los payeses de Sant Antoni bajaban en sus carros de caballos hasta la iglesia de la localidad acompañados de sus respectivas familias y los animales de trabajo y granja. Marga y Toni, dos vecinos de Sant Antoni, recordaron ayer que antiguamente el ritual de bendición de los animales se realizaba en la plaza de la iglesia y que, contrariamente a lo que sucede en la actualidad, se bendecían, no los animales de compañía, sino los de trabajo y subsistencia, «para protegerlos». En la actualidad, sin embargo, la fiesta ha evolucionado hacia la bendición únicamente de los animales de compañía y mascotas, aunque muchos lugares de la península conservan este espíritu.

Ayer Sant Antoni volvió a vestirse de fiesta y a reunir en la plaza de la iglesia y el Passeig de ses Fonts a cientos de personas para rendir homenaje al patrón, San Antonio Abad, y bendecir a sus mascotas. Los actos principales de la jornada estrella de las fiestas se desarrollaron a partir del mediodía, hora en la que se celebró la misa solemne en honor al santo defensor de los animales. El acto religioso estuvo oficiado por el obispo de la diócesis de Eivissa, Agustín Cortés, que estuvo acompañado entre otros por el párroco de Sant Antoni, Vicente Colomar, y numerosos vecinos que abarrotaron el interior del templo para seguir la misa solemne.

Una vez finalizada la misa, la imagen de San Antonio, flanqueada por las de otros santos y santas, salió en procesión realizando el recorrido habitual desde la plaza de la iglesia bajando por el Carrer Ample hasta el Passeig de ses Fonts, subiendo por Bisbe Ribas para recogerse en el interior del templo. Entre las numerosas personas que participaron en los actos estaban el alcalde de la localidad, Antoni Marí Tur, la presidenta del Consell, Pilar Costa, el senador Enrique Fajarnés y la consellera de Cultura, Fanny Tur, quienes también participaron en el acto de bendición.