El jefe de Inspección de Trabajo en Balears, Francisco Badenes,
confirmó ayer a Ultima Hora Ibiza y Formentera que
el servicio que dirige ha encontrado evidencias de que la falta de
medidas de seguridad por parte de la empresa fue la causa del
accidente laboral que costó la vida al fontanero Antonio M. R. de
45 años, casado y con tres hijos, mientras trabajaba en el hotel
Don Toni de Platja d'en Bossa.
«Inspección de Trabajo -explicó Badenes- va a proponer una
sanción millonaria [aunque aun no cuantificada con exactitud] al
responsable, además de un recargo en las prestaciones que se
deriven del siniestro, porque se ha producido por falta de medidas
de seguridad no por enfermedad», ya que el obrero murió aplastado
por un muro que se desplomó sobre él al no contar con ningún tipo
de cimentación. Badenes recalcó que «está claro que la empresa
deberá abonar al mes un recargo de entre un 30 y un 50 por ciento
de la pensión que corresponda a la viuda e hijos del fallecido como
pensión por la cotización a la Seguridad Social».
La propuesta de sanción exacta se conocerá una vez que se cierre
por completo el expediente. La empresa afectada en este caso y el
Govern Balear conocerán a un tiempo el dictamen de Inspección de
Trabajo. Habrá un plazo para que la entidad responsable recurra la
decisión ante la Comunitat Autònoma. «Sólo tras agotar los cauces
administrativos el asunto podrían derivar a la vía judicial»,
recordó ayer el jefe de Inspección de Trabajo. La determinación del
servicio coincide con las primeras apreciaciones de los inspectores
de la Conselleria de Treball, que acudieron a Eivissa el martes
pasado para comprobar in situ el lugar del accidente mortal, que se
produjo el 8 de enero.
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