En un plazo de unos tres meses -período en el que se contratará al
personal preciso- entrará en funcionamiento la residencia para
personas con alguna discapacidad de la sección de atención,
integración y tratamiento de personas con discapacidad, que se
encuentra en Cas Serres.
Este bloque del centro fue inaugurado en 1997 pero no ha entrado
en uso hasta el momento por falta de personal. Con la contratación
de seis auxiliares, un cuidador, una enfermera, un fisioterapeuta y
un logopeda podrá activarse el servicio, que supone que los
afectados por algún tipo de dolencia podrán pasar en el centro 24
horas al día de lunes a viernes. Una vez que se comprueben los
resultados del primer año de actividad se intentará que el centro
funcione como una verdadera residencia de estancia continua.
En la actualidad, el centro de atención a discapacitados cuenta
con dos servicios fundamentales. El ocupacional, con 34 usuarios,
en que realizan todo tipo de actividades como marquetería,
informática o tapices, y el centro de día en el que atienden los
casos más graves de discapacitados profundos y severos y que, desde
hace dos meses, funciona hasta las 17'00 horas de la tarde con
servicio de comedor. Actualmente hay unos nueve usuarios del
servicio.
Mercedes Prats, jefa de la sección, que depende del Patronato de
Salud Mental del Consell aseguró ayer que la atención que reciben
los pacientes y los esfuerzos para dar salida profesional a los
alumnos han convertido al centro «en una referencia para las
familias».
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