El síndrome de las 'vacas locas' "conocido técnicamente como EEB o encefalopatía espongiforme bovina" ha afectado en las últimas fechas a nuevas reses. Los tres casos detectados en España han desatado la alarma entre los consumidores pitiusos, que han decidido reducir de manera drástica el consumo. Según la versión procedente de los carniceros, la carne de ternera ha sufrido un descenso en ventas del 80 por ciento. Si esto fuera cierto, las Pitiüses estarían 45 puntos porcentuales por encima de la media nacional, que la ministra de Sanidad, Celia Villalobos, situó en una disminución del 35 por ciento en los últimos tres meses.

Y es que hasta que los especialistas no determinen de manera más concreta el alcance real que para el ser humano puede conllevar haber consumido carne infectada y de si ésta puede erradicarse definitivamente, la tendencia no variará. La llegada del nuevo milenio ha destapado las consecuencias de una enfermedad que afecta al ganado bovino desde 1986, año en el que se hicieron oficiales los primeros casos en Gran Bretaña. Tanto ganaderos como carniceros sufren las consecuencias de la desinformación y de la aparición de una alarma social incontrolada que también ha llegado a las Pitiüses. Ni el descenso en los precios de la carne sirve de vehículo de persuasión para los consumidores, que prefieren cambiar sus hábitos a la hora de cocinar antes que de arriesgares a caer en un mal aún poco delimitado.

En España los precios del kilogramo de ternera, según los datos oficiales facilitados por el Ministerio de Sanidad, han bajado un 24'5 por ciento desde que se desató la última oleada de nuevos casos de reses afectadas por el mal de las 'vacas locas'. En Eivissa la tendencia no ha registrado una disminución tan notable, ya que la tendencia entre los carniceros de la isla ha registrado un descenso del 15 por ciento. De las 1.400 pesetas que venía costando el kilo de filetes de ternera de categoría primera 'a' ayer se podía adquirir a un precio de 1.200 pesetas. Pese a ello, los pitiusos prefieren cambiar de manjares. El cordero y el pollo han centrado las nuevas demandas, lo que, a su vez, ha conllevado un incremento en sus precios.