Las escaleras que hay junto a la sede de la UIB se encuentran en un lamentable estado. Foto: K. TABERNER.

Cristales de botellas de cerveza, pintadas, socavones en la puerta, escombros en la puerta del garaje o jeringuillas en la escalera que comunica las calles Bes y Joan Xico. Esta es la imagen que rodea la flamante Extensión Universitaria de Eivissa, un edificio reformado no hace más de tres años que, sin embargo, sus alrededores presentan un aspecto lamentable.

Respecto al caso concreto de la escalera, la responsable de administración de la Extensión Universitaria de la Universitat de les Illes Balears (UIB), Marilina Tur Torres, aseguraba ayer que «se ha llamado dos veces al servicio de obras del Ayuntamiento de Eivissa por el estado de la escalera para ver si se podía arreglar, pero no han hecho caso». Además, en sendas ocasiones se ha puesto en contacto con la Policía Local de Eivissa para exponer la situación de la escalera que comunica ambas calles, que se encuentra junto al edificio de la Extensión. Sin embargo, se ha encontrado con la negativa como respuesta.

El estado de la escalera es «patético», según Marilina Tur. En algunos tramos, la barandilla carece de seguridad, hay varios escalones rotos que se han desprendido y el material cayó junto al garaje de la Extensión Universitaria. Teme que ocurra un accidente por el estado de esta escalera. Las pintadas de artistas callejeros no sólo afectan a la escalera, sino que también se extienden a una pared del aparcamiento y a una señal de tráfico de las inmediaciones, que ha quedado inutilizada. «Tenemos problemas de inseguridad», subraya la responsable del edificio, que lamenta que la zona de la Extensión no esté iluminada por la noche.

La Extensión Universitaria cuenta con un guardia de seguridad, pero sólo hasta las once de la noche. Una circunstancia que ha ocasionado algún acto vandálico. Tur relata el panorama con el que se encontró en la Extensión a la vuelta de las vacaciones de Navidad el pasado 9 de enero: «El patio de entrada de la Extensión Universitaria se encontraba lleno de cristales de botellas de cerveza», recuerda la administradora.