M. HERRERA / C. ALCÀNTARA El vicepresidente y conseller d'Agricultura del Consell Insular, Vicent Tur, aseguró ayer que Eivissa cumple con la normativa europea y estatal para prevenir la enfermedad de las 'vacas locas' y pidió que no se alarme a la población y que se la tenga correctamente informada.

Tur explicó que desde el 1 de enero el matadero insular no realiza sacrificios de animales de más de 30 meses porque la normativa obliga a realizarles un análisis de embriones y a esperar los resultados antes de que salgan al mercado. En estos momentos, el Consell espera que el Ministerio de Agricultura envie el material necesario para realizar estos tests y, mientras, no se matan vacas que sobrepasen esa edad. Esto, según Vicent Tur, no provoca ningún problema a las Pitiüses, puesto que en condiciones normales apenas se mataban mensualmente nueve de estos animales. Además, tal y como exige la norma, en Balears se harán tests de embriones aleatorios a animales que hayan muerto en las explotaciones sin presentar ningún síntoma relacionado con este mal.

Por otra parte, el conseller informó de que, desde el pasado mes de octubre, el matadero cumple con la orden de destruir y no poner a la venta los residuos MER (material de especial riesgo), que están constituidos por cabeza, médula espinal, intestinos y bazo de animales de más de 30 meses. Estos residuos, señaló el conseller, no deben ser confundidos con el resto de los despojos, que sí pueden comercializarse.

En estos momentos, y a raíz de la orden de incinerar todos los residuos MER, el matadero tiene congelados los restos de dos animales que fueron sacrificados antes de Navidad. El Consell quiere transportarlos congelados a Valencia para que sean incinerados allí, ya que en Balears no existe ninguna instalación donde esto pueda hacerse.