El conseller y diputado autonómico de Els Verds, Joan Buades, consideró ayer que el acuerdo de legislatura entre su partido y el resto del Pacte Progressista (lo que los ecologistas han denominado «repacte») sólo será posible si se producen «cambios importantes» en la política que lleva a cabo el gobierno de izquierdas del Consell Insular. Buades reiteró que las prioridades de su formación son el Plan Territorial Insular y el área de Bienestar Social y aseguró que no se está pidiendo nada nuevo sino, únicamente, que se dé cumplimiento a los puntos más importantes del programa electoral del Pacte Progressista.

Buades afirmó ayer que su partido tomará una decisión definitiva a primeros de febrero, tanto si las negociaciones que se van a producir este mes fructifican como si ni siquiera llegan a producirse. Los ecologistas no quieren que las conversaciones se prolonguen durante meses y, por ello, han anunciado que darán por finalizado el proceso con el inicio de las sesiones parlamentarias. «Nosotros tenemos claro que no nos hipotecaremos en un acuerdo del que hemos sido expulsados si ni siquiera se cumple lo pactado», afirmó Buades.

En caso de que no se llegara a un acuerdo de colaboración, el conseller tiene claro el papel que asumiría en la institución. «Haríamos una oposición con todas las de la ley y empezaríamos a tratar temas en los que hasta ahora no hemos trabajado a la espera de ver por dónde los orientaban», explicó el conseller. Buades está especialmente preocupado por la falta de actuación en áreas como la disciplina urbanística o por la poca decisión que se aprecia en materia en bienestar social. El político ecologista echa en falta, además, una mayor capacidad para exigir al Govern inversiones en las Pitiüses. «Por ejemplo, hace dos días se ha matado un obrero y seguimos siendo la única isla sin inspección de trabajo», denunció. «Lo que esperamos es que el Pacte ofrezca la ocasión de cumplir con lo que ya se ha acordado», añadió Buades.

Aunque la falta de acuerdo en el Consell no implicaría obligatoriamente abandonar el gobierno del Ayuntamiento de Eivissa, Buades reconoció que su partido está «inquieto» con la política territorial de esta institución porque no ha habido un solo paso en materia de protección o con la intención de solucionar el problema de la vivienda. «En el Ayuntamiento, todo dependerá de la política territorial», reiteró.